Los relojes inteligentes nunca llegarán a ser una tecnología dominante
Amigos,
Hace un tiempo que nos dimos cuenta que el decaimiento en las ventas de PC, tabletas y teléfonos inteligentes es fácil de entender. Existen dos motivantes principales para esta tendencia:
- El mercado está saturado. En otras palabras, casi todo el que lo desee puede tener un dispositivo.
- Estos dispositivos tienen una capacidad tan alta que cambiar el dispositivo por uno mejor se hace cada vez con más frecuencia debido al desgaste de las unidades. Esto no está motivado por la necesidad de un dispositivo nuevo, sino solamente debido a la mejora incremental de los dispositivos existentes.
Es interesante considerar qué tanto esfuerzo se ha invertido en la confiabilidad de las uniones de soldadura en dispositivos electrónicos, cuando la experiencia anecdótica de muchas personas es tal que, si falla una unidad, con más frecuencia se debe a algún problema mecánico como un teclado desgastado o un conector de sonido que ya no funciona. Estamos remplazando las unidades viejas, no por fallas eléctricas, sino por problemas de desgaste mecánico. Sería interesante su alguien comienza a abordar esta necesidad de manera más vigorosa.
Incluso con el mercado de PC, tabletas y teléfonos inteligentes estabilizándose, las cifras de unidades vendidas por año aún son grandes. Los PC se venden a una tasa de aproximadamente 250 millones por año, y las tabletas a una tasa de 150 millones por año, según se discute en la publicación mencionada anteriormente. Sin embargo, los teléfonos inteligentes son un verdadero fenómeno, con unidades por año en el rango de 1,5 mil millones. El tiempo lo dirá, pero no me sorprendería que los teléfonos inteligentes eventualmente llegaran a considerarse con más capacidad de transformación que los PC.
Aunque tales dispositivos se venden de cientos de millones a miles de millones anualmente, el volumen anual de los relojes inteligentes se encuentra solo en las decenas de millones. No creo que esta cifra aumente mucho. Déjenme explicar.
Habiendo usado un Apple Watch por casi un año, creo que estoy calificado para discutir la utilidad de este y de otros dispositivos similares. En primer lugar, déjenme decir que me gusta mi Apple Watch® y lo uso bastante. Me gusta la característica que me permite ver la temperatura exterior con un movimiento rápido de la muñeca y uso constantemente la aplicación de seguimiento del ejercicio. Con frecuencia, se me pasaba una llamada cuando mi teléfono estaba en modo vibración. Sin embargo, con mi Apple atch® que también vibra en mi muñeca, tales llamadas sin contestar son cosa del pasado. Adicionalmente, puedo dármelas de Dick Tracy y hablarle a la aplicación de teléfono de mi reloj si así lo quiero.
Pero estas características no son suficientes. Primero que todo, es necesario tener un iPhone® para que el Apple Watch® funcione, pero, lo que es más importante, el tamaño pequeño de la pantalla del reloj hace difícil su uso con pulsaciones. ¿Recuerda los relojes calculadora? Simplemente, es más fácil sacar mi iPhone 6S® para realizar varias tareas. Este es un aspecto importante de la interacción entre los humanos y los dispositivos electrónicos. Los factores humanos de tamaño imponen la existencia de ciertos tamaños mínimos para que un dispositivo sea útil. Para muchas personas, tal tamaño es el de un iPhone 6S®, otras personas necesitaran un iPhone6S Plus®, otras el Samsung Galaxy de tamano más grande o un teléfono inteligente equivalente de otro fabricante.
Si se considera su tamaño diminuto, no veo a los relojes inteligentes como una tecnología dominante a menos que alguien invente un dispositivo de pantalla de protección como el que se muestra en el Cicret. Recuerden, el Cicret es solo un concepto, no un dispositivo funcional.
Saludos,
Dr. Ron
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