¿La Era del nitruro de galio?
Amigos,
Desde la Edad de Piedra, los seres humanos, de Cleopatra a Galileo y a Harriet Beecher Stowe, cuando llegaba la noche la gente vivía en la oscuridad. Seguro que había velas y lámparas de aceite, pero la luz resultante era débil, el costo era alto y las fuentes eran peligrosas con efectos laterales desagradables como olor y humo. En la actualidad, consideramos que las cenas a la luz de las velas son románticas, pero intenten escribir o coser a la luz de las velas. Esas fuentes de luz ineficaces relegaron el trabajo a las horas diurnas.
Con la invención de la primera luz eléctrica incandescente, práctica y de larga duración por parte de Edison en 1879, vivir en la oscuridad se convirtió gradualmente en cosa del pasado. Sin embargo, se necesitó cierto tiempo para que se extendiera el uso de la luz eléctrica, puesto que no existía ninguna red eléctrica en 1879. Inicialmente, solo los ricos podían pagar por tener el generador eléctrico indispensable. Pronto, surgieron primero las plantas generadoras de corriente directa (CD) y luego las de corriente alterna (CA), para cumplir con la demanda creciente. Con la electricidad llegando ahora a los hogares, pronto arribaron otros dispositivos accionados por electricidad, como aspiradoras, lavadoras de ropa, radios, etc.
Aunque parece tarde, a inicios de la década de 1930, pocas áreas rurales tenían electricidad, puesto que no se consideraba que el suministro de electricidad a los clientes rurales por parte de las empresas de energía eléctrica fuera rentable. La Ley de Electrificación Rural de 1936 dispuso el apoyo financiero para desarrollar tecnología efectiva en términos de costo y apoyo logístico para atender a dichos clientes olvidados. Para la década de 1940, la mayoría de los consumidores de los Estados Unidos podían acceder a la electricidad y a todos sus beneficios.
En el mundo actual, la mayoría de nosotros da por garantizado el suministro de iluminación eléctrica barata. Sin embargo, ¿deberíamos considerarlo así, en vista de las preocupaciones por la conservación de la energía y por la salud de nuestro planeta? Recientemente, algunos han comentado que una luz incandescente no se debería considerar como una bombilla de luz, sino como una bombilla de calor. La razón de esto consiste en que una bombilla de luz incandescente de 60 vatios solo produce el 5%de su voltaje en luz incandescente, lo restante es calor.
Si se considera que aproximadamente el 10% del uso de la electricidad comercial y residencial en los Estados Unidos se destina a la iluminación, es claro que más del 95% de esta energía se desperdicia como calor. Que entren los LED.
Los LED son aproximadamente 10 veces más efectivos que una luz incandescente en lo que respecta a la generación de luz para una cantidad de energía. Así pues, el equivalente LED para una bombilla incandescente de 60 vatios solo requiere aproximadamente 6 vatios. Adicionalmente, las luces LED duran hasta 100.000 horas, más de 100 veces más duraderas que las luces incandescentes. Un nuevo desarrollo muy importante que generó la reducción de materiales de construcción, de materiales en la cadena de desechos, de desperdicio de calor y de consumo de energía por equivalente de salida lumínica.
El material base para las luces LED blancas es el nitruro de galio. Entonces, a medida que proliferen las luces LED blancas, quizás se podría decir que viviremos en la edad del nitruro de galio.
Saludos,
Dr. Ron
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